Ya hemos hablado en posts anteriores sobre el karma esotérico y su significado.

A muchos les preocupa que, luego de tener en cuenta de que el karma existe y dirige nuestras vidas, que por cometer algún tonto y/o pequeño error en nuestras vidas, dicho karma se desquite despiadadamente con nosotros.

Primero debemos entender e interiorizar que no existe un karma negativo o positivo, simplemente existe el karma. Muchos piensan que el dharma es el karma positivo, pero la verdad es que tergiversan la información que han obtenido. El dharma es simplemente todo aquel karma que ya se ha convertido en sabiduría.

Que sean opuestos, no significa que sean desiguales.

Desde que nacemos nos enseñan que todo tiene a ser bueno o malo, negativo o positivo, blanco o negro. Pero la realidad es que nada de eso es cierto. Debemos entender que el frío y el calor, la luz y la oscuridad, el blanco y el negro son simplemente polos opuestos de la misma cosa. En este caso, el karma no es la excepción; nosotros definimos que es bueno o malo, no es una realidad absoluta.

Ahora bien, evidentemente hay veces en las que sentimos que el karma no nos beneficia porque no va en sintonía con nuestros deseos (No por ello signifique es negativo o positivo). Si queremos que las cosas a nuestro alrededor cambien de curso y todo lo que toquemos nos beneficie, debemos hacernos conscientes.

La consciencia nos hace discernir y ver con muchísima más claridad todo lo que hacemos y no hacemos. Nos permite entender con bases lógicas por qué nos ocurre todo lo que nos ocurre; en otras palabras, nos permite detallar mejor las causas de los efectos que queremos cambiar.

Desarrolla tu consciencia.

Evidentemente si queremos cambiar un hecho o acontecimiento que se repite una y otra vez en nuestras vidas, debemos ser conscientes de qué estamos haciendo mal para cambiarlo y de esa forma obtener resultados diferentes que puedan satisfacernos.

Medita mucho, acelera tu autoaprendizaje para mejorar tu consciencia. Haz ejercicios de visualización, enfoca tu mente en tus chakras, en sus colores y en lo que cada uno de ellos representa; imagínalos fuertes, ardientes y sobre todo muy pero muy vivos. Con el tiempo te darás cuenta que te sentirás mejor, tus decisiones serán mejor y por lo tanto, tu vida tomará un mejor rumbo.

¿De qué manera podemos equilibrar de forma consciente nuestro karma?

Debemos entender que para recibir amor, hay que dar amor. Para recibir odio, hay que dar odio; y en este caso, para recibir buen karma, debemos dar buen karma. En otras palabras, mejora como persona. Sal a la calle, respira muy despacio y siente como todo a tu alrededor es parte de ti. Ayuda a amigos que lo necesiten, a familiares que lo requieran y a desconocidos que lo demanden. Sin importar quien sea, siempre Da.

Cuando damos, también recibimos. Pero hay que tener en cuenta que todas estas acciones debemos hacerlas de forma desinteresada; por el simple placer de hacerlas, por amor. Quizá suena contradictorio pensar que debemos hacerlo de forma desinteresada con el interés de equilibrar nuestro karma, pero lo cierto es que no debemos pensar en ello. Simplemente disfruta el proceso, haz el bien sin mirar a quién y te garantizo con total seguridad que tu vida va a cambiar.

Aunque hay personas convencidas de que los baños de descarga y propósito son excelentes para equilibrar el karma y limpieza, no podemos afirmarlo. Preferimos terminar cio esta pequeña frase de Albert Einstein haciendo referencia a todas aquellas personas que sufren diariamente y se preguntan por qué les va tan mal: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”.